China ha tenido un crecimiento
económico sumamente importante desde hace más de treinta cinco años y hasta
entonces se ha convertido en una de las economías más grandes del mundo. Aunque
este país no tiene el futuro garantizado en cuanto a su progreso, se encuentran
muy optimistas. Se trata del país con mayor población del mundo, un gigante
tanto geográfica como económicamente.
Una de las estrategias de este país
para lograr un mayor crecimiento se basa en maniobras previsoras para promover
la diversificación y el mejoramiento continuo y de esta manera escalar por la
cadena de valor internacional.
Este país es digno de admiración, ya
que ha pasado a través de momentos muy difíciles debido a las consecuencias que
sufrió gracias a las dos guerras mundiales, sin embargo está logrando sacar
adelante su población, por el contrario, América Latina nunca ha sufrido
consecuencias directas de dichas guerras y se encuentra rezagada en cuanto a su
desarrollo. Este es un indicador de que se requiere de un análisis profundo del
caso de China y extraer enseñanzas que ayuden a mejorar la situación económica
de países como el nuestro.
Por otra parte, después de la Segunda
Guerra Mundial y durante su crecimiento, China ha logrado exportar en una
medida similar a la que importa y esto va de la mano del Producto Interno Bruto
y por ende su crecimiento económico.
Un punto positivo del desarrollo
económico de esta región es su apertura comercial sin tomar en cuenta las
tendencias políticas de cada uno de sus socios comerciales. En este sentido
China puede competir contra cualquier país en cuanto a sus precios, ya que su
mano de obra es de bajo costo y esto influye en el precio final de cada uno de
sus productos, siendo favorable para el consumidor pero reprochable por los
sectores afectados por la competencia que significa.